Ximena Carrera comienza a escribir en el tránsito entre el fin de los años noventa y el comienzo de los 2000. Cuando la escena teatral chilena se encontraba muy enfocada en la imagen y en la dimensión performática, la autora se interesa por volver al texto y su densidad y, en definitiva, por desarrollar historias; fue un momento, además, en que emergen nuevas dramaturgias, que renuevan la escena local con sus inquietudes y propuestas. La suya es una escritura de diálogos potentes, de encuentros límite entre sujetos; la tensión oscila constantemente en la medida que sus personajes intercambian ideas. Sus creaciones cuentan con figuras femeninas complejas, y en algunas de sus obras advertimos un interés por explorar la memoria de la dictadura y personajes enfrentados a lo irreparable.
Ximena es actriz (Pontificia Universidad Católica de Chile), dramaturga, guionista de producciones de televisión y ha sido docente en universidades. Tomó cursos con maestros formadores para profundizar en la escritura dramática, como Juan Radrigán, Benjamín Galemiri, Marco Antonio de la Parra e Inés Stranger, y también contó con la asesoría de Jorge Díaz en sus primeros trabajos. En Argentina, estudió actuación con Juan Carlos Gené y Verónica Oddó y dramaturgia con Mauricio Kartun y Ricardo Monti. A la fecha, ha escrito doce obras, algunas de las cuales ha montado junto con su compañía, La Trompeta, y otras que ha escrito por encargo.
La autora es una de las fundadoras de La Trompeta, dirigida por Sebastián Vila. Comenzaron montando obras de distintos autores, y es en el 2000 cuando llevan a escena la primera que nace desde una idea suya, pero interviene toda la compañía, Por encargo del olvido. En este texto, lo político, la memoria, la fractura familiar y las relaciones madre-hija se cruzan al poner en escena a la esposa y la hija de un detenido desaparecido. Luego, la compañía montó otras obras de autoría de Carrera, como Café (2000), DFL2 (2002) y Naturaleza muerta (2003). Más tarde llevaron a escena Medusa (2010), que toca la historia de tres delatoras durante la dictadura, militantes de izquierda apresadas por la DINA que revelaron las identidades de varios compañeros de partido ante los agentes del Estado, lo que derivó en el secuestro y desaparición de dichas personas. Medusa tuvo gran éxito entre el público e itineró por varias ciudades chilenas y países latinoamericanos. En 2015 monta Lucía, que en clave de comedia negra figura al personaje de Lucía Hiriart, esposa del dictador Augusto Pinochet.
Otras de sus obras son Jemmy Button (2010), coescrita con Tryo Teatro Banda; Ningún pájaro canta por cantar (2012), montada por la compañía Ñeque Teatral, de la Región de la Araucanía; Greta (2019), dirigida por Jorge Díaz.
En 2022, La Trompeta monta La felicidad de la tórtolas, pieza en la que Ximena Carrera actúa junto con Felipe Zambrano. La obra pone en escena el encuentro entre una autora y su personaje, luego de que ella experimente dificultades para terminar una obra.
La autora recibió varias distinciones por Medusa. Obtuvo el Premio del Círculo de Críticos de Arte a la Mejor Obra de Teatro Nacional 2010, el Premio Municipal de Literatura de Santiago 2012 y tuvo una Mención Especial del Premio Casa de las Américas, Cuba, 2012. Como guionista, ganó el Premio Altazor por la serie Secretos en el Jardín en 2014, escrita con Nona Fernández, Marcelo Leonart y Simón Soto.
DFL2 se publicó en Antología Seleccionados Muestra Off de Dramaturgia (2003). Medusa fue publicada en la antología Bestiario por Editorial Ceibo (2013) y por Paso de Gato en México en Antología Iberescena (2012). Por encargo del olvido fue una de las diez obras seleccionadas en la antología Evidencias: Las otras dramaturgias de Oxímoron (2020) y La noche fuera del tiempo fue publicada en la antología Dramáticas del Sur. Escritoras de teatro en Chile, de Ediciones Mujeres de Puño y Letra (2022).
Lugar dónde realiza su trabajo: Región Metropolitana