Dramaturgas Chilenas

Manuela Infante (1980)

Foto por Valentina Miranda

Manuela Infante es una de las creadoras más destacadas de las artes escénicas chilenas. Si bien es dramaturga, su trabajo escritural es indisociable de la creación integral de la puesta en escena: es, ante todo, una directora teatral y artística. Es actriz (Universidad de Chile) y, por cierto, directora; realizó un Magíster en Análisis Cultural en la Universidad de Ámsterdam y ha sido docente en escuelas de teatro. Es música, ha realizado el diseño sonoro en la mayoría de sus obras y participa de la banda Bahía Inútil. A la fecha, ha creado 19 obras, en algunas de las cuales la dirección predomina por sobre la escritura, o bien ambos roles son parte de una misma cosa.

Manuela Infante ha declarado que desde el principio su interés era explorar lenguajes y las posibilidades de la representación, para lo cual tuvo que escribir sus propias obras y, por cierto, dirigirlas. Junto con su compañía Teatro de Chile ha realizado varios montajes, agrupación con la que justamente emprendió dicha búsqueda en torno a la realidad como constructo, sus representaciones y el teatro. El trabajo con la compañía es colectivo y se ha enfocado en abordar, desde distintas formas y ángulos, el mismo proceso de investigación a través del cual se realiza el montaje. Su primera obra fue Prat (2001), que desató polémica entre grupos conservadores y que reflexionaba sobre la representación de un referente histórico como el héroe patrio Arturo Prat, para lo cual mostraba una situación ficticia sobre sus últimas horas. Otras de sus obras son Juana (2004), que esta vez toma la figura de Juana de Arco, y Narciso (2005), que reflexiona sobre el sujeto posmoderno a partir de la escena de dos adolescentes encerrados en un baño. Tal como sus otras obras, esta pieza surge desde un proceso de investigación en el que los teatristas exploran una metodología de trabajo para la propuesta escénica, en la que el texto es uno más de los lenguajes involucrados. En 2006, Narciso obtuvo el Premio Altazor a la Mejor Dramaturgia y Dirección. Rey planta (2006), su siguiente propuesta, es una pieza que a diferencia de la mayoría de sus trabajos se sustenta más en el texto, y pone en escena a un rey butanés quien a pesar de estar en estado vegetal continúa reinando; asistimos a su monólogo y a una reflexión sobre el poder y sus manifestaciones. Esta obra fue seleccionada Antología: Un siglo de dramaturgia chilena (2010), recopilación de la Comisión Bicentenario que reunió a las 39 obras más importantes del periodo 1910-2010. En esa antología, sólo cinco textos del total fueron escritos por mujeres. Con Cristo (2008) Manuela Infante y Teatro de Chile llevan al extremo la pregunta sobre la representación, esta vez tomando al referente de Cristo y sus infinitas capas a través de una propuesta escénica centrada en la investigación en sí y los objetos y materiales.

Más adelante, la directora continúa creando y comienza a explorar las zonas indeterminadas de la realidad o, más bien, sus construcciones. Aquellos espacios a los que se hace imposible acceder y que solo podemos bordear, y siempre a partir de una exploración en torno a la escena. En este marco, realiza obras como Multicancha (2009), pieza sin texto y centrada en el cuerpo y el espacio, o Ernesto (2010), montaje a partir de un texto decimonónico de Rafael Minvielle en que los actores se percatan de que se les hace imposible representar la obra; gran parte de ella ocurre a oscuras.

Una de las líneas de trabajo más recientes de la directora, pero que se engancha por completo con la pregunta constante sobre la realidad y el teatro, es el denominado teatro post antropocéntrico, que trata la no humanidad y cómo esta (vegetales, minerales, elementos) rebasa toda capacidad de figurar la realidad. Al respecto, algunas obras son Estado Vegetal (2017) y Cómo convertirse en piedra (2021), obras que, como varias otras, ha realizado ya no con Teatro de Chile sino de manera independiente y junto con otros y otras teatristas.

Sus obras se han presentado en distintos escenarios de América, Europa y Asia. Además del Altazor, ha sido galardonada por el Círculo de Críticos de Arte con la mejor obra del año por Xuárez y Estado vegetal. En 2014, fue invitada a ser directora artística de la XVI Muestra Nacional de Dramaturgia y en 2019 fue la primera chilena invitada a la Bienal de Venecia Teatro, con Estado vegetal y Realismo.

Prat y Juana fueron publicados por la editorial Ciertopez. Rey planta fue publicada por Cuarto Propio en Antología: Dramaturgia chilena del 2000: nuevas escrituras (2009) de María de la Luz Hurtado y Vivian Martínez Tabares, y en Antología: Un siglo de dramaturgia chilena, volumen IV (2010) de la Comisión Bicentenario.

Lugar dónde realiza su trabajo:
Región Metropolitana

Obras

Prat (2001)

Juana (2004)

Narciso (2005)

Rey Planta (2006)

It’s never the last supper (2007)

Cristo (2008)

Multicancha (2009)

Ernesto (2010)

Zoo (2013)​

Xuárez (2015)

El corazón del Gigante Egoísta (2016)

Realismo (2016)

Estado Vegetal (2017)

Ayudándole a Sentir (2017)

Cómo convertirse en piedra (2021)

Noise (2021)

Metamorphoses (2021)

Fuego Fuego (2022)

Wie Alles Endet (2022)

Black Flame (2022)

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