Dramaturgas Chilenas

Flavia Radrigán Araya (1964)

Foto por Valentina Miranda

A diferencia de muchas dramaturgas actuales, Flavia Radrigán no proviene del mundo de la actuación, sino que de la pintura. Con respecto a la escritura, desde pequeña estuvo inmersa en el mundo del libro y, ya de adulta, se ha dedicado a la narrativa (cuentos) y, por cierto, a la escritura teatral. Se fue familiarizando con la dramaturgia al asistir a su padre, el dramaturgo Juan Radrigán, en los talleres que éste impartía. Flavia es también guionista y ha ejercido la docencia en instituciones de educación superior y en talleres independientes. A la fecha, ha escrito más veinte obras dramáticas (aquí mencionaremos algunas).

Flavia comienza a escribir teatro a fines de los años noventa, en un momento en que las autoras dramáticas eran más escasas y muy poco visibilizadas. Junto con dramaturgas emergentes o que ya estaban en ejercicio, como Inés Stranger o Lucía de la Maza (o Isidora Aguirre, yendo más atrás), Flavia viene a ocupar un espacio habitado por hombres. Así, como ella ha comentado, viene a instalar temáticas particulares y más íntimas, en contraposición a los “grandes temas” universales tratados por los dramaturgos consagrados. Habiendo cultivado un bajo perfil en sus comienzos, con los años Flavia ha ido mostrando y estrenando sus escritos, y ha recibido importantes reconocimientos. De esta manera, ha venido a abrir más ese espacio que poco a poco las dramaturgas y ella misma han ido ganando.

En 1996, estrena su primera obra, Díganle que no hay nadie. Luego, monta Miradas lastimeras no quiero (2003), pieza en torno a la soledad de una mujer que hacía vestuario de teatro, por el que obtuvo el Premio Juegos Literarios Gabriela Mistral (1999). Otras de sus obras son Lo que importa no es el muerto (2003) y Un ser perfectamente ridículo (2004). Este último texto fue resultado de una convocatoria que Flavia ganó junto a otros dramaturgos para escribir, cada uno, una obra con el fin de conmemorar el centenario del poeta Pablo Neruda. En su pieza, la autora abordó el encuentro ficticio entre Neruda y su hija, Malva Marina, nacida con hidrocefalia y a quien abandonó, y el poeta Jan Neruda (de quien tomó su apellido). Se trató de una mirada desacralizadora sobre aspectos poco explorados de la figura del poeta. La visión crítica que propuso con respecto al poeta desató polémica en el momento, e inclusive se buscó restarle importancia a su autoría al ser mujer e hija de un reconocido dramaturgo. Más adelante, en 2011  estrena en el Instituto Arcos Acabar con todo y en 2015, en Matucana 100, De las historias privadas de Dios. En 2019, se estrena El descanso de las velas en el Teatro Finis Terrae (dirigida por Mariana Muñoz), una obra que explora una familia disfuncional compuesta por dos parejas golpeadas por la dictadura y el abuso en la infancia. La autora explora el dolor en la memoria dictatorial y en la necesidad de accionar frente al recuerdo de lo abyecto, que a veces resulta paralizante. Más tarde, estrena Lear, el rey y su doble (dirigida por Jesús Urqueta), una reescritura del clásico El rey Lear de Shakespeare.

Es creadora de la Fundación Juan Radrigán (2021), institución que busca realzar y difundir la obra del dramaturgo.  Su obra Miradas lastimeras no quiero fue publicada en 2006 por Ciertopez. También, publicó En el nombre del padre y de la hija junto con Juan Radrigán, libro que reúne obras de ambos (Cuarto Propio, 2009) y que ganó el Premio Mejores Obras Literarias Publicadas 2010. En 2018 publicó el libro Ausencia de ti bajo la casa editora Cuarto Propio, que recopila los textos Un ser perfectamente ridículo, El descanso de las velas, De las historias privadas de Dios, Peligro, peligro de mí y Lear, el rey y su doble. Otros galardones que ha recibido son el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura por el libro de cuentos Qué rosa más horrible en 2002 y la Beca a la Creación en 2014 y 2018. 

Lugar dónde realiza su trabajo:
Región Metropolitana

Obras

Díganle que no hay nadie (1996)

Miradas lastimeras no quiero (2000)

Una mujer, que es diseñadora de vestuario, intenta sortear su soledad al ser abandonada por su marido. Lo que hace es idear un mundo para cada prensa que confecciona.

Lo que importa no es el muerto (2003)

Dos hombres se encuentran en un cementerio para cumplir una tarea: cambiar de lugar a un muerto. Entre ellos se presenta una relación singular pues ambos están enamorados de la misma mujer.

Un ser perfectamente ridículo (2004)

En esta obra, se ficciona el encuentro entre el poeta chileno Pablo Neruda, el poeta Jan Neruda y la hija del primero, Malva Marina. Es una obra que pone en cuestión la figura consagrada de este autor, al indagar en aquellos aspectos poco conocidos de su vida.

Vuela, Pegaso, vuela (2007)

Historias de niebla (no estrenada, escrita en 2009)

Desea una taza de té (no estrenada, escrita en 2010)

Acabar con todo (2011)

Retrato hablado (2012)

El criollito (no estrenada, escrita en 2013)

La obra transcurre en la noche de año nuevo del año 2000. Madre e hija se preparan para lo que creen será un milagro. La madre vive apegada al amor que un día la unió a Alberto Cabrera Muñoz quien fuera el último procesado de la antigua lesgislación y por ende el último fusilado en el año 1955. La madre sola y embarazada, cría a su hija como si el padre siguiera con ellas, alterando el tiempo y los hechos. Transformándolo en un desaparecido. La hija, ya mayor, espera la noche del nuevo siglo para ordenar la historia, dejar en claro que el padre fue un asesino y tomar sus decisiones. (Idea.me)

Peligro, peligro de mí (2015)

Julián visita a su padre en la cárcel, preso por crímenes en dictadura. Su relación es difícil. El hijo está ahí porque quiere que confiese y el padre sabe que si lo hace su condena será mayor. (Gam)

La última mujer (no estrenada, escrita en 2018)

El origen de las tempestades (no estrenada, escrita en 2018)

El descanso de las velas (2019)

Nuevo título de una obra anterior, Acabar con todo. Dos hermanas, Amelia y Sofía, están casadas con dos hermanos, Eduardo y Roberto, respectivamente. Los cuatro habitan en una casa viciada, un espacio tan estancado como sus vidas. Cada uno habita un lugar de la casa y llevan relaciones afectivas decadentes. Los personajes dialogan sobre sus vidas y sus vínculos, marcados por el abuso sexual en la infancia, la precariedad, las relaciones familiares oscuras, la militancia durante el régimen dictatorial. La obra piensa sobre aquellas vidas que son incapaces de continuar luego de un trauma personal y colectivo.

Lear, el rey y su doble (2019)

Reescritura de El rey Lear de William Shakespeare. Lear, un rey viejo y cansado, prepara su fiesta de despedida mientras tortura al bufón quebrándole la cadera. Ambos establecen una relación de pugna y dependencia que lleva al rey a reconstituir su vida, sus miedos y su gran secreto: la relación que mantiene con Cordelia, su hija menor. En este juego perverso de incesto y poder, Lear se desplaza, viaja y transita al otro lado de la moral ante la indignación del bufón, que representa al pueblo; uno que no quiere cortar cadenas, denunciar ni huir del vacío que significa el sin sentido del dolor humano. Aquí no hay final, Lear es eterno. (Quilicuarte.cl)

La balada de Antonia (no estrenada, escrita en 2020)

Eso que no había buscado (no estrenada, escrita en 2020)

Mariposas, obra para Carmen Barros (programa virtual Íconos del Teatro) (2020)

Todas a una, obra para Gaby Hernández (programa virtual Íconos del Teatro (2020)

Llame ya, obra para Delfina Guzmán (programa virtual Íconos del Teatro) (2020)

Primero yo, obra para Héctor Noguera (programa virtual Íconos del Teatro) (2021)

Escándalo, obra para Julio Jung (programa virtual Íconos del Teatro) (2021)

El Toño, obra para Alejandro Trejo (programa virtual Íconos del Teatro) (2022)

Música para el alma, obra para Soledad Lackington (programa virtual Íconos del Teatro) (2022)

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